EXPOSICIÓN DE IDEAS Y PENSAMIENTOS


A veces no sabemos cómo comenzar a exponer un tema en particular, un punto de vista o una opinión. Situaciones así se deben a que no conocemos a profundidad un tema o aún conociéndolo no sabemos cómo esquematizar una línea de pensamiento que se adecuada para dejar claro lo que queremos decir.

En ocasiones también nos vemos forzados a expresarnos ante determinado público (académico, del ámbito laboral o incluso familiar) por circunstancias particulares, y eso no ayuda tanto a poder dejar claro lo que queremos decir, incluso cuando tenemos claro qué es lo que vamos a manifestar.

Trasladando estas cuestiones al ámbito académico, muchas exposiciones pierden cierto grado de validez cuando el tema que se expone ha sido investigado deficientemente y no se ha concretado toda la información de una forma que pueda satisfacerse los demás procesos concernientes a la distribución del tema a las personas que escucharán la exposición. La elaboración del material didáctico para presentar un tema de clase, la elaboración del informe, y posteriormente la exposición del tema en clase, son elementos indispensables que permiten que la exposición de las ideas y los pensamientos propios puedan quedar claros en nuestro auditorio.

Como aspectos clave de una exposición de esta naturaleza podemos encontrar el dejar claro desde el inicio de la exposición de qué vamos a hablar; muchas veces se inicia hablando de un determinado tema y se concluye hablando de otro; para que esto no suceda es indispensable establecer una línea discursiva en la que el tema central sea del que se trate toda la exposición para así sólo concretarnos a ir hablando de todo el contexto de ese tema y de sus subtemas.

Esta cuestión es muy útil si intentamos dejar claro de qué estamos hablando, pero va de la mano con la consistencia y síntesis, es decir, aunque hablemos todo el tiempo de un solo tema se perderá la ilación de las ideas si se hace muy extensa la exposición, la gente terminará por cansarse y esto provocará que pierdan atención a lo que les exponemos. Para que esto no pase, debemos preparar el tema a exponer y concretizar tajantemente los subtemas de los que vamos a hablar, si se compone por varios entonces hay que hacer una selección de los más relevantes y a su vez un resumen que los deje claros.

Si empleamos estas técnicas en nuestras exposiciones o clases académicas, se estará cumpliendo con la finalidad fundamental de expresarse en público, se dejará claro de lo que se está hablando y se podrá transmitir de forma ágil y simplificada el tema del que se esté hablando, provocando así que el público entienda lo que se le está diciendo y pueda llevarse consigo un nuevo aprendizaje.


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